lunes, 2 de enero de 2023

El dolor es tragar vidrio caliente, vidrio caliente y molido

 Hoy encuentro casi toda la literatura tan plana, tan sosa, tan simple. Sí, hay dos o tres renglones brillantes y alguna propuesta interesante que se asemeje a algo vanguardista, pero, bah.

Es mi caso. Hay letras que solo quieren salir a punta de drogas y palabras que evitan ser escritas en la burda sobriedad, qué le hacemos. Y no, no estoy hablando ni de perico, ni de mariguana, ni de alcohol o benzodiazepinas, jajaja. Hablo de drogas psiquiátricas y del ser que nos hacen ser, de esas que los especialistas más ignorantes de toda la medicina suelen mandar. Un gin lyric, ¿por qué no? Dos tarros de jarabe y no sé cuánto de ginebra y brum. Que brote de mis venas esa tinta casi seca, algo inquieta, del todo estancada y putrefacta. 

Yo siempre tengo muchas cosas por decir, lo que pasa es que no tengo redaños. O drogas; con los años uno va perdiendo la temeridad que lo hace ser como se es y termina por encontrarse en antidepresivos y coctelitos que accidentalmente aventura. Y entonces no serían tan atropelladas, sino que saldrían sanas y hermosas, a borbotones, como cuando escribí esas dos últimas entradas y no esas otras, todas cobardes, tímidas, de un terciopelo viejo, casi falso o acabado. 

A veces respirar, y anoten, es como tener vidrio molido caliente en la garganta, el pecho, el gaznate. Voy a aprender anatomía para que comprendan los señores psiquiatras, los neurólogos, otorrinos y naringólogos, además de neumólogos y pulidores de vidrios qué es una angustia, qué es y cómo me da a mí un agobio. Spinoza se salva como pulidor de vidrios y como todo lo demás. Y sé muy bien que físicamente no es posible que el vidrio molido sea caliente, porque se juntaría, pero así se siente. Y con aserrín y con colbón.

Ya en los brazos, señores am, cómo se llamarán los especialistas en las venas y las sustancias verdes que las invaden justo ahí, como haciéndolas várices, como con kryptonita, como con un veneno, se siente, muy caliente también, cómo baja ese líquido hasta por la altura del codo. En verdad que tengo que aprender de anatomía y en verdad que estos señores tienen que enfocarse más