viernes, 30 de julio de 2010

Amor

Yo la vi llorar como nunca he visto llorar a nadie en la vida. Sólo tenía 16 años, pero quise saber a qué sabía su dolor, entonces la besé en las lágrimas. ¿Qué haces?, me dijo. Si no sé a qué sabe tu llanto, ¿cómo quieres que te haga feliz?
Pero sus lágrimas no tenían el sabor del mar. Al principio un sabor muy amargo, como el de la cocaína, anestesió mis papilas gustativas. Luego, con un sabor prolongado, sabían dulces, más que el azúcar y la miel. Algo de ácido, quizá por su humor, tal vez por su manera de ser, me supo agrio en el paladar... su llanto era como los colores del mar Caribe, difusos, difuminados, afeminado y tosco, tierno y brusco, masculino, muy macho, de hembra en celo, muy femenino.
Nunca pude quitárselo. No el llanto, tan inusual en ella; la tristeza, todavía tan habitual, como si fuera algo que cargara desde tiempos inmemoriales, algo que portaba con la cadencia de su voz y la altivez, la altanería y la decadencia de sus ojeras.
Me alejé de ella cuando comprendí que su amor hacia mí iba a matarla. Si me alejaba tal vez se suicidaba, pero si me quedaba, si la dejaba a mi lado, si por algún motivo hubiera permanecido conmigo podía morirse de amor. No es pretencioso afirmarlo. Lo digo yo, que soy ella a través de sus letras, a quien amó y a quien amará mientras viva, aquel que con un primer beso logró lo que ningún hombre en su vida, a sus veinte, y cayera en sus brazos -en los míos- en, con un éxtasis absoluto.
Yo, Juan Pablo, a través de Estefanía puedo decir que ningún hombre en el planeta, en la historia de la humanidad, nadie, ha sido tan amado.

8 comentarios:

  1. Hermoso escrito, Tefa. De esos que le mueven a uno algo por dentro, mientras que una lágrima sale...

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  2. Anónimamente sigo tu blog, esperando siempre algo como esto. Parece que cuando escribes desde el alma, le robaras al resto del mundo su capacidad de conectar palabras.

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  3. Tefita : te felicito que belleza , escribes divino .
    Naty te quiero muchoooo

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  4. me gustaría saber por qué me bloqueo en twitter. Disto mucho, muchísimo, de estar en su misma orilla política pero reconozco que tiene garra y buena prosa y por eso la leo. Espero que reconsidere su decisión.

    Su lector,

    P.S. me gustaría que me escribiera un mail pa contestarle alejandro.pelaez@gmail.com
    AP

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  5. "Me alejé de ella cuando comprendí que su amor hacia mí iba a matarla"

    me encantó esa parte, aunque todo el escrito es, simplemente, perfecto!


    Dulze!*

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  6. Me voy a quedar sin trabajo en el mismo instante en el que mi jefe se dé cuenta que paso buena parte de mi tiempo laboral leyendo tanta prosa...

    Temas de política y amor, curiosamente, parecieran tener el mismo tratamiento literario, crítico, tosco, rudo, honesto, emblemático y desgarrador...

    Me encanta y un libro tuyo con seguridad lo compraría (y leería, claro). Lo que escribes despierta varios sentimientos, entre ellos rabia: odio, amor, ingenuidad, miedo, seguridad, tristeza...
    Y... finalmente aquí me quedo!!!

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