No sé por qué a la vida en Internet le llaman Vida dos, o dos punto cero. Sí, muy patético, no parecerá normal, pero para mí, la vida dos sería en la calle, afuera, dentro de la red siempre me mantengo, hago mi vida social, consigo mis contactos y me contacto con mis amigos que viven, casi todos, por fuera de Medellín.
Ermitaña no se me puede considerar. Yo interactúo con mucha gente, y de hecho, los dos últimos trabajos que he obtenido han sido gracias a Twitter: uno, colaborándole a Piedad Córdoba. El otro, una columna semanal en El Tiempo virtual, sobre ortografía. Ambos trabajos los ejerzo desde mi casa, acostada en mi cama o conectada al escritorio cuando se me descarga el computador. A veces, cuando viene Piedad a Medellín, nos encontramos, vamos a reuniones. O viajo a Bogotá o a cualquier ciudad del país.
Me levanto como a eso de las doce del día, a veces duermo a las tres. Acudo a una cita que tengo diariamente (no, no es a Alcohólicos Anónimos, no soy borracha vergonzante) y vuelvo a mi casa para ver cómo están mis cultivos de FarmVille. Reviso el Facebook, cazo peleas en Twitter, leo sobre gramática y ortografía, consulto el diccionario, resuelvo algunas dudas, tomo dos litros y medio en todo ese lapso y luego prendo el televisor para ver Infinito, Warner o Fox. A veces busco películas.
Ya perdí la costumbre de salir a hurtadillas, en plena madrugada, a buscar tequila. Me aguanto las ganas apretando el estómago. En cambio, tomo Coca Cola o soda, o bien puede ser jugo. Algunas veces encuentro botellas que dejan por ahí mis papás, pero ahora estoy en una posición tan de niña buena, que si me pillan echaría todo a perder.
Lo único que me preocupa es que estoy acabando con mis pulmones. Tengo muchas ganas de dejar de fumar, porque tengo muchas ganas, también, de tener hijos. Ya hasta sé de quién, pero él no sabe.
Y me pongo a pensar y esta entrada es tan aburrida como mi vida, pero es que la anterior era de un patetismo... no sé por qué me di tanto rejo por esa pendejada, si era como haber dicho que yo sabía que ese man tenía el pelo café y la mirada tosca, pero en fin, ya la dejé ahí para contentillo de los únicos "indignados" en Colombia.
Esta manía mía de sentirme culpable hasta por respirar me va a terminar matando.
Gracias por compartir algo de tu día a día, creo que si escribiera el mío, al final diría "es aburrido" como tú. Pero un montón de sabios han dicho que ahí en esas cosas es que está la grandeza de la existencia (no me acuerdo de sus nombres).
ResponderEliminarIgual de cotidiano: espero que tus cultivos en tu finca virtual crezcan mucho; que logres tener tu bebé en el momento que quieras, puedas y lo decidas;que disfrutes Infinito y su programación, porque también me gusta pero en mi sistema de cable lo cobran y ni modo;que mantengas esa coherencia mezclada con cierta humildad y franqueza contigo misma y de la que no pocas veces me parece que hasta tú misma te sorprendes.
¡Ah! y que no te des tanto palo a ti misma, hay un montón en esas peleas que mencionas que te lo dan gratis.
Finalmente gracias por las diferentes facetas que compartes con tus seguidores, yo entre ellos: ortografía, manera de pensar frente a los temas.
Un buen día.
Va por un día más.!
ResponderEliminarEn lo personal me alegra saber que lograste dos objetivos gracias a la red, aunque éstos de pronto han sido blanco de señalamientos de otros, pero sabes defender lo que amas y lo demás no importa.
Espero que pronto puedas afianzar más la voluntad para dejar el cigarro, quizá poco a poco.
Lo que buscas lo encontraras.
Un abrazo.