Llegué a Medellín el 20 de febrero de 2008, con un puñado de ilusiones muertas y un montón de sinsabores que no lograba comprender ni acomodar... había recorrido buena parte de México, pero México me recorrió a mí toda, como si fuera papel de lija bañado en un bálsamo suavizante, dejándome entre la piel y el alma experiencias que aún hoy, a más de un año de haber regresado, no puedo comprender, ni digerir, ni saber por qué, después de ese periplo de más o menos tres meses, nunca pude volver a ser la misma, ni siquiera en los aspectos que yo creía más sustanciales de mi ser, y entre ellos, el más importante hasta entonces: Gloria Trevi.
No, la verdad es que yo me fui aquel 28 de diciembre de 2007 siendo una y regresé sin la más remota idea de quién soy, al menos con respecto a este aspecto de mi vida, a ese sentimiento profundo que creía inmutable e inamovible, y es que, si bien esto no es nada nuevo, ahora que estaba en su foro oficial vi una pregunta que hubiera podido responder en otros tiempos con grandilocuencia y claridad y que ahora se reduce a esto: ¿qué te motiva a ser fan de Gloria Trevi? ¡Nada! entonces ¿qué hago en sus foros y en sus páginas? Buscándole soluciones a este crucigrama con el que regresé y del cual, a duras penas, tengo algunas letras sueltas que en lo absoluto me ayudan a terminar de resolverlo.
La cuestión es que yo quiero seguir siendo aquella fan de Gloria que se caracterizó por tantas cosas y fue respetada por sus posturas a veces intransigentes pero claras. Quisiera que lo que escribo cuando escribo sobre ella, como antes, emergiera del corazón y no saliera por inercia, como buscando aprobación de mis pares y no de mí misma, acaso esperando encontrarme en este laberinto de sentimientos confusos en el que el deseo de volver a ser y a sentir lo que alguna vez fue mi característica más notable.
Aunque durante este último año lo haga con frecuencia, me siento rara cuando la cuestiono, cuando algo no me gusta, y cada vez es más fácil encontrar motivos para decepcionarme de ella, cosa que no me agrada, aunque no sea sano, aunque lo clínicamente correcto sea que yo haya encontrado su lado más humano e imperfecto, aunque a mi psiquiatra le parezca una maravilla, porque a mí, cuando de Gloria de los Ángeles Treviño se trataba, lo enfermo, de mi parte, era lo que me complacía de mí misma, y es lo que esperaría sentir ahora, contrario a tantos y tantos reproches, distinto a las razones que encuentro para desilusionarme de ella que, repito, cada vez son más.
Yo creo que esa admiración tan fuerte y arraigada era precisamente lo que me motivaba a todo. Gloria se bastaba por sí misma y no era necesario encontrar un motivo (o varios) para admirarla porque, con el simple hecho de ser ella, se justificaba la razón para hacerlo, cuando ahora tengo que escudriñar y apelar dentro de sentimientos que ni siquiera tengo para poder aparentar que soy la Tefa de antes, la que no admitía un sólo reproche para su Gloria, la que de sólo oír su nombre saltaba de la emoción y su cara se iluminaba con una sonrisa. Y entonces, ahora que lo escribo, me doy cuenta del porqué de los fracasos en mis múltiples intentos de recuperar lo mucho que perdí en aquel viaje: es que ya no me nace nada de lo que digo, ya no siento pasión por lo que de ella escribo, ya no estoy convencida de ninguna de las palabras que voy tecleando por sus foros, y por más que yo sepa que ella siempre será parte de mi vida, una de las más importantes, si yo sigo sintiéndome como ahora, no podré seguir siendo parte de la suya... no me refiero a que alguna vez lo haya sido porque aunque bien sepa quién soy yo, o al menos mi nombre, jamás ha sido algo constitutivo para Gloria; más bien diré que, dentro de los fans, no podré ser la misma, y es que ya fue mucho el tiempo que fingí, por respeto a su recuerdo y al recuerdo de lo que fui, porque a pesar de todo, aunque de una manera muy distinta, la sigo queriendo, lo que no significa, sin embargo, que deba continuar diciendo lo que digo sin sentirlo y sólo por llevar la corriente, traicionándome a mí misma y hasta a la misma Gloria.
Se me está yendo, y justo es que lo anuncie para que de mí no esperen nada, tal vez a modo de despedirme de sus foros y de responder la pregunta de qué es aquello que me motiva para ser fan de Gloria Trevi, porque, como dije, la respuesta se reduce a nada, y si tengo la compulsión de mantenerme en sus foros es por otras razones que desconozco.