Vivo a menos de media cuadra de La Strada, el sitio que ahora está de moda en Medellín y que vino a reemplazar al Parque Lleras. No es que no lo conozca. De hecho muchos fines de semana he ido allá a comer sushi o a tomar cocteles, antes de que se volviera tan famoso.
La música de allá me llega como diciéndome "Esta es la ciudad que te está prohibida, para ti son las ollas, el Barrio Antioquia, los lugares proscritos". Me aburro mucho en las discotecas, mucho. Sobre todo desde que el reggaetón se puso de moda. Eso fue por el año 2003, cuando no podía salir porque andaba en rehabilitación. De todos modos, como cuando uno es niño, yo me antojo de que alguien me invite a uno de esos bares de La Strada, igual que como cuando todos comen mocos juntos o se agrupan para humillar al cojito, al débil, al de las orejas grandes.
¿Qué habrá allá que no haya en otros lugares? No sé, supongo que eso que llaman gente play. Sí, de esos muchachos hermosos y brutos que a mí me fascinan por su manera de vestirse y hablar, por la torpeza con que conciben el mundo, con los cuales a duras penas puedo soñar por mi manera de ver la vida, por mi forma de ser, por mi ontología. Todos llevan a un paramilitar en su corazón, todos admiran al presidente Uribe profundamente, todos quieren a la vieja más hermosa de la discoteca, esa que imaginan que se los va a mamar con destreza pero que en realidad es una mojigata que a duras penas conoce la posición del misionero, cosa que les viene muy bien porque son tan conservadores que aquella que algo les enseñe en la cama es, como poco, una puta consumada.
Esa música, venía diciendo, me dice a mí "mirá de lo que te perdés por pensar como pensás, por no unirte a la manada, por no saberte maquillar y ser bonita como las otras. Date cuenta de que lo tuyo es coger un taxi, ir al Barrio, comprar mercancía o esperar a que alguno de los viciosos amigos tuyos esté sin parche para que te invite a salir a un lugar clandestino, donde no te vean con ellos, donde nadie se burle de vos". Pero se burlan. En los lugares clandestinos también se burlan.
No es por mi psicosis, pero es que Medellín es un lugar vedado para mí. Está llena de recuerdos infames e ingratos donde me humillaron y me hicieron sentir mal alguna vez. Otros, donde sólo la soledad me acompañaba, y a veces, lugares llenos de nostalgia por gente que ya no está o que no existe.
Medellín, su sociedad sucia, puso en mí un estigma enorme, una letra escarlata de la que no me puedo deshacer. Por eso, para su cumpleaños, que es pronto, de regalo le deseo mar, para que haya un maremoto y acabe con la maldita ciudad que engendrara a Álvaro Uribe Vélez y a José Obdulio Gaviria, al Nacional, a Andrés Felipe Arias, a los encapuchados de la Universidad de Antioquia, a la asquerosa bandeja paisa, a la Feria de las Flores y a esa Strada a la que no puedo ir por no ser como los demás quieren que yo sea.
Sabía que no creías que Medellin fuera la gran cosa, pero no que fuera tan difícil tu relación con esa ciudad.
ResponderEliminarTefa mamasita.
ResponderEliminarCamo
Gracias Camo, mi amor.
ResponderEliminarSí Javier, para mí esta ciudad es un infierno
Muy bacana la "entrada", tanta furia escrita es de alguna manera reconfortante...puede ser que te sientas sola, pero te aseguro que para algunos lectores te convertís en compañía....
ResponderEliminarAh! y me acordaste una canción cargada de odio hacia la ciudad de Los Angeles y todo lo que representa(si la ves, adelantala hasta el 5to minuto):
http://goo.gl/iHDK
...
"Cuz I'm praying for rain
And I'm praying for tidal waves
I wanna see the ground give way.
I wanna watch it all go down."
¿Quién quería hacer de Medellín un planeta independiente. Un país independiente...? jajaja
ResponderEliminarTanta superficialidad y tanto plástico no pudo estar mejor descrito...
Y no odio a Medellín. Por el contrario me encantaría conocerla, pero por pura curiosidad. Para alimentar mi ojo de tanto morbo. Chicos con cara de niñas, pintas brillantes que me encantan, tetas y culos voluptuosos.... ¡¡Puro Morbo!! Lo confieso, ganas de experimentar como se vive en tanta superficialidad, de la cuál estoy hastiada. Claro que si algún día lo experimentara me sentiría como “moco en leche”… Vivo con la cara juagada, herede las tetas de mi papa y soy de un ambiente raro…
Aunque… disfruto bailar reggaetón, pero por lo sexual que me resulta!!!
Creó que lo que escribes me da un fresquito por tanto regionalista que anda por ahí suelto... Pero también me da envidia, tú la conoces, tú vives en ella…
Yo, no he tenido aún la "oportunidad" de pisarla...
Gracias